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¿Cómo seducir a las mujeres más bonitas?

Esta página puede considerarse como un estudio psicológico sobre las mujeres bonitas y el impacto que tiene este estudio sobre sus posibilidades de conquistarlas.

Como seducir a las chicas bonitas

La relatividad de la facilidad y de la belleza

En la página dedicada a la naturaleza femenina, hemos considerado la relación entre la belleza y la facilidad de seducción, concluyendo y demostrando que la facilidad de conquista de una mujer no depende de su aspecto físico.

Hemos observado que una mujer fea no es necesariamente más fácil de conquistar, no lo es para nada. A una mujer usted le gusta o no le gusta. Y en dependencia de sus gustos, de su mentalidad o del contexto dentro del cual se encuentra, una mujer será fácil o difícil de seducir. Incluso puede suceder que usted guste mucho y sin embargo esta mujer hace todo lo posible para que usted no se dé cuenta, esto puede ser por orgullo o por probarlo. Hay mujeres muy orgullosas que además aman controlar a los hombres y no le es conveniente hacer comprender su interés demasiado pronto.

¿Qué diferencia psicológica puede existir entre una mujer muy guapa y las demás? Primero que esta mujer puede tener un mayor número de pretendientes, más competencia en teoría. Sin embargo la belleza es un valor relativo. A menos que una mujer no se aleje considerablemente del promedio, en general lo que para usted es muy bonito puede no serlo para otro.

Si usted tiene rivales o no, esto no importa. Si logra ser el hombre que a ella le gusta, poco cuentan los demás, lo que cuenta es lograr gustarle. Sin embargo, el otro aspecto psicológico a tener en cuenta en una mujer muy guapa es la vanidad posible y esto conlleva igualmente a una mayor dificultad para impresionarla, ya que otros muchos lo han intentado probablemente antes que usted.

Psicología de las mujeres guapas

El principal defecto de las mujeres muy guapas es también su principal punto débil: su vanidad. Y ese es el punto que tendrá que atacar si querrá tener éxito con una mujer muy guapa y muy vanidosa.

¿Qué le pasa a este tipo de mujeres? Desde niñas siempre han sido acostumbradas a ser halagadas y celebradas por su belleza. Por consiguiente, ellas son más vulnerables ante el fracaso, la indiferencia y el no reconocimiento de su belleza. Y claramente también ellas se sienten más atraídas por los que se muestran indiferentes a ella.

Una mujer muy guapa espera a ser reconocida por todo el mundo, pero al mismo tiempo le molesta que todo el mundo le diga las mismas cosas y caiga víctima de su belleza. Que todo el mundo la admire es algo necesario para mantener elevado su ego, sin embargo aquellos que lo hacen resultan poco interesantes a sus ojos.

Aquí la estrategia cambia

Sepa que con este género de mujeres no tiene ninguna posibilidad si utiliza los métodos tradicionales, a menos que usted le guste a ella de una manera marcada y evidente. En general, las mujeres engreídas se enamoran más fácilmente de aquellos que las ignoran y las "maltratan", ya que están acostumbradas a recibir exactamente lo inverso de sus seductores de rutina.

Aquí hay que aclarar el sentido del término "maltratar", que está puesto entre comillas no sin propósito. Con esto nos referimos al hecho de que hay que mostrarse duro e insensible inicialmente, que no padece de su encanto, no comportarse con ella de la misma manera que todos los demás.

Este es el razonamiento que haría una mujer guapa frente a un hombre que actúa diferente: «¡Caray! Este chico parece simpático... pero es raro, no puedo creer que no esté interesado en tener sexo conmigo igual que todos los demás... Pero por lo menos es agradable y parece inteligente... Me gustaría verlo correr también detrás de mi falda... sería divertido... como quisiera verlo detrás de mí».

Claro la indiferencia ante su encanto no es suficiente para atraerla, y más si usted no le gusta, pero esto encenderá su curiosidad, usted será más interesante; esta curiosidad quizás sea el preludio de un interés y de una atracción que en circunstancias ordinarias no se hubieran manifestado.

Indiferente pero quedará disponible y atento a otros aspectos de su persona, esto hará que la comunicación se mantenga y al mismo tiempo lo hará más deseable, ya que también le estará dando la posibilidad de conocerlo mejor. Cuanto más una mujer bonita se siente ignorada por alguien que queda interesante y disponible, más se sentirá atraída. El cóctel con este género de mujer es: ser duro e indiferente pero al mismo tiempo atractivo e interesante.

¿Cómo se puede ser disponible e interesante, pero al mismo tiempo indiferente? Parece una contradicción. Ser indiferente no significa ignorarla como si no le gustara. Usted no perderá ninguna ocasión de conocerla o decirle que es guapa, pero de manera a dejar entender de que usted no está hablando en serio, que usted es así con todas. Usted será disponible y amable, pero "a su manera".

Será indiferente pero caballeroso, con atenciones y gestos románticos, pero dejando entender que usted es un hombre acostumbrado a estas cosas, que usted es romántico por costumbre y no por interés, interesado porque mujeriego, amable y disponible pero de manera impersonal. Ella pensará entonces de interesarle como persona y no como mujer, se sentirá intrigada por el hecho de no lograr seducirlo como lo hace con todos.

Usted se mostrará más bien interesado en su personalidad, en su manera de ser, ya que en ningún momento se ha dejado impresionar por su belleza, en cierto sentido usted se le escapa, pareciendo inmune, usted dará muestra de dar a su belleza física poca o ninguna importancia...

Deje entender que usted está disponible pero aparentemente fuera de su alcance. Que usted es el tipo que ella busca, pero que no podrá tener tan fácilmente, ya que usted busca cosas más profundas que la simple belleza. Una mujer super acostumbrada a seducir sólo con su aspecto físico, se sentirá traumatizada si usted ve todo en ella excepto esto. Ella se preguntará entonces por qué hace babear a todos excepto usted, por qué usted sigue tratándola como a todas las demás, quizás haciéndole menos piropos que a las demás.

Una de las actitudes a tener con estas mujeres es no darle exactamente nunca todo lo que ellas quieren. Esta línea de conducta corresponde, paradójicamente a darle lo que quieren realmente, es decir un hombre que es capaz de tener la situación en mano aunque sepa adaptarse perfectamente a cualquier tipo de mujer.

En otros términos, con las mujeres que aún no ha conquistado, debe dar todo de manera totalmente imprevisible y sorprendente. Si tiene una cita con ella, sea usted el que decide el lugar del encuentro, no importa si al final irá donde ella quiera. Si le dice "te llamo mañana y nos ponemos de acuerdo", llamela dos días después. Si ella le mira como queriendo ser besada, hágase el desentendido que no comprendió aún comprendiendo, y bésela en otro momento, de manera totalmente imprevista. Y nunca es malo guardar un poco de esta actitud incluso después de la conquista.

¿Indiferente hasta donde?

Continúe intrigándola y a haciéndola soñar al mismo tiempo, usted tendrá que seguir disimulando su interés físico hasta el punto de enamorarla. Será entonces que usted empezará a interesarse de manera más física a causa del hecho que ella logró seducirle. Pero cuando al fin usted llegue a "ceder", ya ella estará demasiado enamorada como para considerarlo sólo como uno de los tantos que ha conquistado.

En otros términos, al igual que la parábola del cazador cazado, cuando ella creerá haber finalmente logrado seducirle, será más bien ella que habrá caído encontrándose definitivamente seducida.

Hay una sola manera de disimular su propio interés sexual y mostrarse al mismo tiempo interesado por otros puntos de vista que no sean sólo amigables: usted le hará piropos porque usted es un mujeriego y no porque tiene un real interés, quizás fingiendo mostrarse inicialmente interesado, pero con mucha finura, a mujeres menos bonitas que ella, haciéndole a otras piropos que ella esperaba únicamente para ella y mortificándola al mismo tiempo, tratando sutilmente de demoler sus valores de belleza, dejando entender que la belleza es frágil y una personalidad rica, al igual que un alma noble, son más importantes y menos efímeras, pero al mismo tiempo seguirá mostrándose interesado en ella, ya que de todas maneras usted es un mujeriego.

Atención aquí hay que hacer la misma aclaración que en otros lugares: hay una diferencia entre suponer que usted es un mujeriego y saberlo; sospecharlo lo hará más interesante, pero saberlo le hará perder crédito, ya que las mujeres aman soñar sobre la fidelidad de un hombre o a lo sumo sospechar lo contrario, pero no saberlo, pues si así fuera usted dejaría una impresión negativa y resultaría inconfiable. Por lo tanto, lo importante es dejar siempre una sensación de misterio alrededor de su sentido de la devoción y de la fidelidad. Nunca debe seducir a más de una mujer dentro de un contexto donde estas mujeres pueden conocerse. Parecerse a un Don Juan es correcto, pero serlo no irá a su favor.

Conclusiones sobre el tema de las guapísimas

Todo lo que hemos dicho hasta ahora es muy variable y relativo, por lo tanto debe quedar un tema abierto, ya que la mayoría de las situaciones comportan un gran margen de interpretación. La idea clave a recordar en todo esto es que usted debe transmitir estar acostumbrado a tratar con mujeres guapas, que la belleza es común y por sí sola no es suficiente para que una mujer pueda conquistarle. Ninguna belleza lo hará renunciar a conducir las reglas del juego, a tener el control de la situación y a actuar según lo que considera justo.

A veces atraemos a una mujer de manera natural, sin necesidad de seducirla. Todo se vuelve fácil entonces. Sin embargo, la mayoría de las veces, el problema consiste en despertar y alimentar una atracción que al principio no es tan evidente. Es ahí que entra en juego el arte de seducir.

Pero el hecho de tener una ventaja o no tenerla con una mujer determinada, no contradice la regla general que la dificultad de una mujer no depende de su aspecto físico. Cuando una mujer es muy guapa, usted sólo debe ser más astuto y destacarse más (ya dos hombres diciendo el mismo piropo son idiotas). Y finalmente, hay que jugar contra su vanidad, interesándose a su persona, pero siendo indiferente a su belleza, seduciéndola con señales mixtas.

Evidentemente todo esto tiene sentido cuando usted conoce a una mujer y puede frecuentarla en varias ocasiones. Con una desconocida la historia es distinta. Hay que ser rápido y proceder de la misma manera que con todas las demás, a lo mejor llamando su atención con piropos absolutamente inusuales, que nadie nunca le ha dicho.

Existe una teoría detrás de la formulación de todo buen piropo. Y nosotros la mencionamos tanto en el sitio público como en nuestro programa de seducción.

Las 10 personalidades ganadoras.